
En conmemoración del 57 aniversario del movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, legisladores de la Cámara de Diputados recordaron los hechos de Tlatelolco, donde mencionaron que la masacre es una herida abierta en la memoria nacional.
En su participación, el diputado de Morena Jesús Irugami Perea Cruz enfatizó que el compromiso del actual gobierno es garantizar que nunca más se responda con violencia a las demandas democráticas. Se pronunció por honrar al sector académico y la prensa valiente que resguarda la memoria de los hechos del 2 de octubre.
El diputado Diego Ángel Rodríguez Barroso (PAN) recalcó que la historia exige justicia para las juventudes de 1968, quienes representaron proyectos de vida silenciados. El legislador mencionó que es un deber moral y político recordar los hechos de Tlatelolco, además de sumarse al llamado por impedir que el poder se utilice contra la ciudadanía.
Desde tribuna, el diputado José Luis Hernández Pérez aseguró que la verdadera memoria se construye participando en la vida pública y defendiendo la justicia, reiterando que los ideales de 1968 deben seguir como guía para una sociedad libre y democrática.
Por el Partido del Trabajo, el diputado Pedro Vázquez González indicó que el 2 de octubre de 1968 el Estado mexicano decidió sofocar con balas las voces que reclamaban derechos legítimos. Añadió que su partido mantiene la bandera de lucha por justicia social, educación de calidad y democracia.
El diputado Víctor Samuel Palma César (PRI) sostuvo que los hechos de 1968 enlutaron al país y marcaron un antes y un después en la vida política nacional. Indicó que rendir tributo a esos jóvenes implica transformar su clamor en energía para fortalecer la justicia social y las instituciones democráticas en la actualidad.
La diputada Amancay González Franco (MC) vinculó el 2 de octubre con los retos actuales en materia de derechos humanos. Señaló que tanto en 1968 como en el presente se viven ausencias de libertades, pues la represión de entonces y la violencia contra niñas y mujeres hoy reflejan de manera distinta la exigencia de justicia y dignidad.