
El Senado Mexicano será sede del Primer Foro Parlamentario Iberoamericano y Caribeño
que se llevará a cabo del 22 al 24 de octubre del 2025. Así se dio a conocer en el encuentro preparatorio que se realizó en la sede el Senado de la República el pasado 15 de julio.
que se llevará a cabo del 22 al 24 de octubre del 2025. Así se dio a conocer en el encuentro preparatorio que se realizó en la sede el Senado de la República el pasado 15 de julio.
El objetivo de este encuentro es trabajar de manera conjunta en una agenda común sobre el derecho a la alimentación en la región a partir de respuestas legislativas al hambre y la malnutrición.
Se trata de un esfuerzo regional para avanzar en los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas en donde se adoptaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocido como Objetivos Globales, orientados a acabar con la pobreza, el hambre, el sida y la discriminación contra mujeres y niñas.
El Congreso Mexicano ha avanzado paulatinamente en esta agenda. Uno de los temas que ha tomado especial relevancia en los últimos años es el referente al objetivo 2, (ODS2), también conocido como “Hambre Cero” y que plantea “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.
Vale la pena destacar que, en el año 2023, el Congreso Federal avaló la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, en busca establecer el acceso a una alimentación nutritiva, de calidad y suficiente.
Esta propuesta establece el acceso a la alimentación a todas las personas sin tomar en cuenta sus posibilidades de acceso económico o físico y se entrega la responsabilidad al estado mexicano de atender a esta necesidad humana.
Se indica también que las dependencias que integran a la administración pública federal, estatales y municipales deberán incorporar un 15% de sus compras gubernamentales de alimentos e insumos primarios, además de promover políticas a favor de los pequeños y medianos productores.
Asimismo, este instrumento legislativo busca garantizar el derecho humano a la alimentación que se inscribe en el artículo 4 constitucional.
Aunado a ello en marzo de 2025 el Diario Oficial de la Federación público el decreto de reforma constitucional en materia de Conservación y Protección de Maíces Nativos, impulsado por la titular del Ejecutivo Federal, Claudia Sheinbaum Pardo, para declarar al maíz como elemento de identidad nacional; proteger su cultivo libre de transgénicos y evitar poner en riesgo la bioseguridad de los distintos tipos de maíz producidos en México, garantizando la soberanía alimentaria.
Es así como el Primer Foro Parlamentario Iberoamericano y Caribeño, llega a México en un esfuerzo coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), junto con el capítulo mexicano del Frente Parlamentario contra el Hambre.
La reunión del pasado 15 de julio fue también un espacio para compartir la logística del próximo encuentro y algunos avances en la imagen oficial del foro. Importante es destacar que se ha incorporado el metepantle como elemento gráfico y simbólico, en alusión al sistema agrícola ancestral de Tlaxcala reconocido como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la FAO.
Recordemos que fue a través de un comunicado emitido en mayo de 2025, que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, enfatizo que con esta designación “México se fortalece como referente latinoamericano en la preservación de paisajes agrícolas vivos que salvaguardan la biodiversidad, los conocimientos tradicionales y la cultura alimentaria de los pueblos”.
El comunicado agrega que “el metepantle mantiene más de 140 especies indígenas, entre ellas, 40 razas originales de maíz y 30 tipos de verduras comestibles”.
El metepantle es un sistema tradicional, construido por terrazas de diferentes cultivos, particularmente maíz, maguey y frijol, que refleja el conocimiento ancestral y la gestión sostenible que caracteriza a los sistemas alimentarios tradicionales.