
El proyecto, que fue turnado a la Cámara de Diputados reforma a los artículos 76 y 78 de la Constitución e incorpora lenguaje incluyente, en pro de la igualdad de género y combatir prejuicios.
En tribuna, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el senador Óscar Cantón Zetina (Morena), explicó que la reforma devuelve al texto constitucional una disposición que ya existía, pero que se eliminó por un “error de técnica legislativa” donde regresa el control parlamentario de ascensos.
A su vez, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, el senador Enrique Inzunza Cázarez (Morena), subrayó que la incorporación del lenguaje incluyente es coherente con las reformas en materia de igualdad sustantiva, pues busca evitar la exclusión de las mujeres en la redacción de la Carta Magna.

Al posicionarse por Morena, el senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara (Morena) señaló que la reforma comprende un control parlamentario que fortalece la transparencia y la confianza ciudadana en la Guardia Nacional. Cuestionó a los partidos de oposición sobre su postura respecto a las Fuerzas Armadas y señaló su solicitud para que gobiernos extranjeros intervengan contra grupos del crimen organizado
El senador Marko Cortés Mendoza (PAN) rechazó la reforma al considerar que profundiza la militarización del país, recordando que en 2019 se prometió que la Guardia Nacional sería civil. Reconoció el cambio de actitud del gobierno respecto a la seguridad en el país, pero calificó de sospechoso los recientes hechos donde marinos perdieron la vida.
Por el Partido Revolucionario Institucional, la senadora Claudia Anaya Mota (PRI) acusó violaciones al procedimiento legislativo por la rapidez con que se presentó y aprobó la iniciativa. Consideró que la corrección debería enfocarse a la adscripción del personal procedente de la extinta Policía Federal que se desempeña en la Guardia Nacional, ya que debieran pertenecer a la Secretaría de Seguridad.
En contraste, el senador Waldo Fernández González (PVEM) destacó que el cambio subsana un vacío constitucional y coloca en el mismo nivel de control parlamentario los nombramientos de los mandos superiores de la Guardia Nacional. Reconoció la labor de más de 133 mil mujeres y hombres forman parte de esta institución y que han demostrado en los hechos su entrega y compromiso.
La senadora Lizeth Sánchez García (PT) agregó que la reforma fortalece el equilibrio de poderes, garantiza transparencia y reconoce el papel de las mujeres en los ascensos de esta corporación de seguridad.
La senadora Alejandra Barrales (MC) llamó a legislar con responsabilidad y sin prisas, ya que las y los senadores deben tener la posibilidad de revisar el dictamen, dado que se busca corregir una omisión legislativa para guardar equilibrios, y así actuar como contrapeso de la Guardia Nacional.