La Reforma Laboral de 2019 debe ser considerada la segunda más importante en la materia después de la promulgación de la Constitución de 1917 y de la Ley Federal del Trabajo en 1930, así se señaló en el conversatorio “Libertad y democracia sindical. Nuevas propuestas de reforma”.
Este evento fue impulsado por la diputada Amalia García Medina (MC), quien expresó la necesidad de construir un andamiaje jurídico en beneficio de los trabajadores: “Pudiera concluir esto en una reforma a la Ley General del Trabajo que la fortalezca y la consolide en el ámbito de los derechos laborales, sobre todo en el ámbito de la libertad y de la democracia sindical”.
Académicos y especialistas integrantes de la fundación Friedrich Ebert y de la Red de Mujeres Sindicalistas, pidieron acabar con las simulaciones y presentaron propuestas muy concretas.
“El gran tema que tiene que cambiar, para que cambien las relaciones laborales, es el tema de la libertad y de la democracia sindical. En otras palabras, tenemos que suprimir la simulación contractual”, consideró José Alfonso Bouzas Ortiz, del Instituto de Investigaciones Económicas, de la UNAM.
Para Pablo Franco Hernández, del Observatorio Ciudadano para la Reforma Laboral, “una reforma laboral en nuestro país tendría que partir de ello, de crear instituciones para promover y tutelar la democracia. Crear una normativa que propicie la participación democrática”.