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El Pleno del Senado de
la República aprobó, en lo general y en lo particular, el dictamen que
transfiere las funciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social (CONEVAL) y al Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI). En la votación, la propuesta obtuvo 73 votos a favor y 34 en contra en
lo general y en lo particular con 71 votos a favor y 34 en contra por lo que se
aprobó en sus términos y fue remitida al Ejecutivo Federal.
Al presentar el
proyecto, la presidenta de la Comisión de Bienestar, la senadora Andrea Chávez
Treviño detalló que el proyecto permitirá fortalecer la medición de la pobreza
y hacer más eficiente el uso de los recursos públicos. Resaltó que el INEGI, al
ser un organismo más grande que el CONEVAL y con capacidad técnica, permitirá
ahorrar recursos que se podrán destinar a programas sociales.
Desde Morena, la
senadora Simey Olvera Bautista aseguró que los programas sociales actuales no
condicionan el voto y que la reforma responde a una lógica de eficiencia
administrativa. Descalificó el funcionamiento del CONEVAL por haberse estancado
en prácticas tecnocráticas y justificó su desaparición como parte de la
eliminación de “elefantes blancos”.
El senador Agustín
Dorantes Lámbarri del PAN cuestionó la eliminación de un órgano que permitía
evaluar resultados reales en la lucha contra la pobreza. Señaló la intención
por desmantelar los contrapesos institucionales que incomodan por su
independencia, y calificó la extinción del CONEVAL como un acto de opacidad y
una muestra del rechazo a la transparencia.
Por su parte, el
senador Ángel García Yáñez (PRI) expresó su rechazo a la iniciativa, ya que lo
consideró como un grave retroceso institucional. El legislador apuntó que la
desaparición del órgano encargado de evaluar las políticas obedece a una lógica
con fines electorales.
Por el Partido Verde
Ecologista de México, la senadora Ruth González Silva argumentó que las
instituciones deben modernizarse y evitar duplicidades. Defendió la
transferencia de funciones al INEGI como una medida de racionalidad
administrativa y aprovechamiento de capacidades, al tiempo que reivindicó la
labor del CONEVAL, señalando que su trabajo no se elimina, sino que se
fortalece al pasar a una institución con mayor capacidad operativa.
La senadora Lizeth
Sánchez García (PT) detalló que la reforma permitirá la aplicación de la
infomación sobre la medición de la pobreza como una herramienta de justicia, no un ejercicio
técnico aislado. Cuestionó la utilidad del CONEVAL, acusándolo de haberse
convertido en un órgano burocrático sin impacto real, cuyos datos eran
manipulables y alejados de la realidad del pueblo.
Por el contrario, la
senadora Amalia García Medina (MC) lamentó la decisión y advirtió que enfrentar
la pobreza requiere de instituciones especializadas y con visión de Estado.
Afirmó que aunque el INEGI es una institución sólida, no cuenta con las condiciones
para asumir las funciones del CONEVAL, cuya desaparición calificó como un
retroceso.
@NoticiaCongreso
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